Diagnóstico preciso y personalizado
Las radiografías permiten al odontólogo ver lo que no es visible a simple vista, como raíces, caries ocultas o pérdida ósea. Las fotografías orales capturan el estado estético inicial, ayudando a diseñar un tratamiento exacto y eficaz.
Seguimiento del tratamiento
Comparar imágenes del antes y el después permite evaluar resultados reales, detectar ajustes necesarios y asegurar la evolución adecuada del paciente.
Transparencia y confianza
Las imágenes son una herramienta poderosa para mostrar al paciente los cambios obtenidos, generando tranquilidad y seguridad en el procedimiento realizado.
Prevención de futuras complicaciones
La imagenología puede revelar signos tempranos de enfermedades dentales o estructurales, permitiendo actuar a tiempo.
Registro clínico completo
Fotografías y radiografías forman parte esencial de la historia clínica, útiles en tratamientos futuros o en derivaciones a otros especialistas.